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Páginas Locales Chile
Liahona, Diciembre
1996
Hoy
día, en un corto tiempo de vuelo podemos llegar desde Nauvoo-Illinois a la
ciudad de Lago Salado, Utah; en tres horas desde Santiago a la Islas de Juan
Fernández. Aún desde nuestra casa es posible discar el número telefónico del
Presidente Pedro Chamorro de la Rama en la Legendaria isla de Robinson Crusoe.
Han pasado 150 años, los miembros de la Iglesia necesitamos comprender las circunstancias
y los sacrificios que realizaron los pioneros en el pasado.
El
barco Brooklyn dejó Nueva York con doscientos treinta y ocho santos el 4 de
febrero 1846 y llegó a Yerba Buena, California (San Francisco) el 29 de julio
de 1846. (Fotografía de una pintura de Arnold Friberg).
La
Familia Goodwin
El 10 de abril de 1843 un grupo de ocho
misioneros fue apartado en Nauvoo y enviado a los estados del este. Uno de
ellos fue Elizur Goodrich Terrill, quien predicó el Evangelio y bautizó a su
prima Laura y a su esposo Isaac Goodwin, originarios de Connecticut, a
principios de 1844.
Fue ésta la época de mayor persecución en Missouri
y Nauvoo, lo que llevó al martirio de José y Hyrum. A causa de dicha persecución se realizaron
los planes para iniciar el traslado de la Iglesia al oeste. El Presidente Brigham Young dio instrucciones
a los líderes que trabajaban en el este de conducir también a los Santos de
allí hacia el oeste.
El 12 de noviembre 1845 se efectuó una
conferencia de las ramas del este en la ciudad de Nueva York. Allí Orson Pratt
y Samuel Brannan informaron a los Santos de los planes de ir al oeste por mar.
ISLA DE ROBINSON CRUSOE
PRINCIPAL DEL ARCHIPIELAGO JUAN FERNANDEZ
Laura fue probablemente sepultada en la boca de la “caverna de los patriotas”, la cual es la más cercana al pueblo de San Juan Bautista y la Bahía de Cumberland. Fue en esta pequeña isla en que Alexander Selkirk vivió las experiencias que más tarde llevarían a Daniel De Foe a escribir el legendario libro “Robinson Crusoe”.
El
Viaje del Brooklyn
El 4 de febrero de 1846, apresurados por la
persecución, los Santos de Nauvoo iniciaron la evacuación de la ciudad y el
éxodo hacia las Montañas Rocallosas. En
esa misma fecha zarpó desde Nueva York el barco Brooklyn con una compañía de
Santos con el mismo destino. Setenta
hombres, sesenta y ocho mujeres y cien niños iniciaron una travesía de 17.000
millas. Rodearon el continente
sudamericano con muy pocas escalas, llegando finalmente a la Bahía de San
Francisco y luego a Lago Salado.
Este hecho no tuvo relación alguna con la
gente sudamericana ni con el establecimiento de la Iglesia allí. Fue el primer
suceso conocido con miembros de la Iglesia en el escenario geográfico de Sudamérica.
Los Santos del Brooklyn padecieron muchas
dificultades, falta de alimentos, hacinamiento, enfermedades, inseguridad,
tormentas, zozobra, etc. Doce personar fallecieron durante esa travesía de seis
meses. Después que el Brooklyn giró
hacia el norte en el Cabo de Hornos se sucedieron los momentos más difíciles del
viaje. Con escasez de alimentos, enfrentaron fuertes tormentas y tenían la
sospecha de que el capitán había perdido el rumbo. Intentaron llegar al puerto chileno de Valparaíso,
pero esto no fue posible, y finalmente se dirigieron al archipiélago de Juan Fernández.
El
Fallecimiento de Laura Goodwin
“Fue durante este vendaval que Laura
(Hotchkiss) Goodwin cayó por las escaleras mientras descendía. Ella estaba esperando su octavo hijo, y por
causa de la caída, perdió a su bebé y no pudo recuperarse. Laura falleció cuando el Brooklyn se aproximaba
a la isla Robinson Crusoe, la mayor de las islas de Juan Fernández, situadas a
400 millas al oeste de Valparaíso, Chile.”
“Durante el viaje, otras nueve personas que
habían fallecido fueron sepultadas en el mar.
Como los pasajeros necesitaban alimentos y agua fresca, el Brooklyn se
detuvo en la isla Robinson Crusoe y allí sepultaron a Laura Goodwin en la “boca
de una caverna”.
“Cada uno de nosotros debemos enfrentar
muchas pruebas a lo largo de nuestra vida, pero ésta debe haber sido muy difícil
para Isaac y sus hijos. Es suficientemente
duro perder a un ser querido viviendo en un hogar y una comunidad bien establecidos,
pero para Isaac fue aún más duro, a 6.000 millas de su hogar con siete hijos
pequeños, el mayor de ellos de once años de edad y el menor, Albert Story, todavía
no cumplía los 17 meses. Quién podrá haber llegado a entender sus pensamientos
en el momento en que observaban bajar el cuerpo de ella a su tumba y el cual no
volverían a ver, y luego cuando se alejaban
de la isla, cómo contemplaría el futuro esta familia sin madre.”
“Se ha dicho por algunos historiadores que
ése fue el primer funeral mormón al sur del Ecuador. Isaac recibió la ayuda de los otros pasajeros
en el cuidado de los pequeños y trató de salir adelante. Cerca de dos meses más
tarde, el 25 de junio de 1846, el Brooklyn ancló en el puerto de Honolulú en Hawái.
Permanecieron allí ocho días descargando el cargamento que habían llevado con
el propósito de ayudar a sufragar los gastos.” (Isaac Goodwin and Laura
Hotchkiss, vol. 1, History by Dale Goodwin, páginas 162-163).
Augusta Joyce Crocheron, una de las pasajeras
del Brooklyn, posteriormente escribió:
“A pesar de que la ocasión era muy dolorosa,
la presencia de los seis hijos sollozando incansablemente y el padre en su
soledad tratando de reconfortarlos, aún así, tan grande era nuestro cansancio y
hastío del viaje que al avistar y luego pisar tierra firme fue un alivio para
nuestra vida en el barco.”
“Los pasajeros se bañaron, lavaron sus ropas
en agua fresca, juntaron frutas y papas, pescaron peces y hasta algunas
anguilas, grandes criaturas moteadas tan similares a las serpientes que algunos
miembros de la compañía no pudieron comerlos cuando se les fue ofrecido. Paseamos por la isla, visitamos las cavernas,
una de las cuales fue señalada para nosotros como la auténtica caverna de Robinson
Crusoe, y tuve la fortuna de tomar una buena siesta en una tarde placentera.”
La
vida en Utah
Isaac Goodwin continúo su viaje hacia el
Valle del Gran Lago Salado. Tiempo después se volvió a casar con la hermana
Mary Cox y en 1859 se radicó definitivamente en el pueblo de Lehi, muy cerca de
la ciudad de Lago Salado.
Muchos años han pasado, pareciera que el
tiempo fuera borrando los hechos y sacrificios de estos pioneros de nuestras
memorias. Sin embargo, mediante los registros familiares podemos conocer y
revalorar las vidas de estos queridos Santos de los Últimos Días.
Para comprender lo que realmente significó el
viaje al oeste de los pioneros, citamos el pasaje de una carta de Nancy
Goodwin, hermana de Isaac, que no era miembro de la Iglesia quien permaneció viviendo
en Connecticut:
“West Winsted, 20 de noviembre de 1856.
Querido hermano: Intento escribirte ahora, sin saber si todavía vives, pero
estamos muy ansiosos de escuchar sobre ti y los tuyos. Una vez recibí una carta tuya. Fue escrita siete años atrás. Fue comenzada
en noviembre y terminada en diciembre. Esa fue la última información confiable
que he tenido desde entonces. Se dice
que has ido al sur de California, te has establecido con una granja y que te va
bien. Creo que si quisieras saber de nosotros,
como nosotros de ustedes, deberíamos de vez en cuando enviarnos una carta.”
La familia Goodwin se extendió en Utah, en
1872, 26 años después de haber zarpado desde Nueva York. Isaac regresó a
Connecticut como misionero por un corto periodo a la edad de 62 años. Su segunda esposa, Mary Cox, permaneció en
Utah con los hijos y nietos. En la única carta de Isaac que ha perdurado de
Isaac a su esposa, éste dijo:
“Estoy en la antigua casa de mis padres, mi
hermana Nancy aún está acá con 80 años. Martha está en el hospital. Espero visitar
a los primos…”
Isaac Goodwin regresó a Lehi y falleció en
1879. El legado de Isaac y Laura fueron
sus hijos y descendencia, y el ejemplo de compromiso con el Señor en épocas y
circunstancias realmente difíciles.
Nota: La
historia de Isaac y Laura Goodwin fue tomada de una recopilación realizada por uno
de sus descendientes, Dale Goodwin, en 1988.
Información adicional tomada del artículo “El viaje del Brooklyn”, por
Lorin K. Hansen publicado en la revista “Dialogue”.
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