miércoles, 28 de septiembre de 2011

Nuestras Hermanas Pioneras

Por Rodolfo Acevedo
Archivo: Páginas Locales Chile
Liahona, Diciembre 1997
Presidencia de la Sociedad de Socorro de la Misión Chilena:
Blanca Rubio de Gondar(Primera Consejera); Mable J. Palmer
(Presidenta); Celia de Gutiérrez (Segunda Consejera)

En esta última edición de Páginas Locales y dentro del contexto del año del Sesquicentenario no podemos dejar de rendir un merecido homenaje y recuerdo a nuestras hermanas pioneras.

La mujer Santo de los Últimos Días ha sido un verdadero baluarte en la defensa de los principios del evangelio restaurado desde los primeros días de establecida la Iglesia en estas tierras generosas del sur llamadas Chile.  La herencia de fe la recibieron ellas de auténticas pioneras que por diversas circunstancias se acercaron a nuestro país en el siglo pasado, pioneras como Laura H. Goodwin, que viajaba en el Brooklyn y que fuera sepultada en la isla de Juan Fernández en 1846, y Phoebe S. Pratt, que acompañó a su esposo, el apóstol Parley Parker Pratt, a Valparaíso en 1851, lugar donde nació y murió su hijo Omner, quedando sepultado en el Cementerio de Disidentes de nuestro principal puerto.

En este siglo, la actividad minera de nuestro país atrajo a familias mormonas al norte chileno.  Un buen ejemplo de ello lo constituyó la familia Folsom, que vivió en Chile entre los años 1928-1944.  La hermana Folsom relata haber "organizado una primaria aquí por esos años, enseñándoles a los niños a cantar himnos en español".

Familias diplomáticas como la de David Wright también se establecieron en nuestro país antes de que la Iglesia estuviera oficialmente organizada, y es ahora la hermana Wright quien comparte la siguiente experiencia con nosotros: "La primera vez que estuvimos en Chile fue en 1947.  Para ese tiempo no teníamos la Iglesia, ni misión, nada, ni ningún otro miembro de la Iglesia que no fuera nuestra pequeña familia".

Una joven estudiante llamada Gloria Shaffer llegó a nuestro país becada por la Comisión Fullbright para estudiar en la Universidad de Chile en julio de 1956, el mismo mes en que era organizada la Iglesia por el apóstol Henry D. Moyle en Santiago.  Su condición de estudiante mormona se hizo manifiesta y la prensa escribió sobre la hermana Shaffer: "Ahora podrá practicar su religión en nuestro país.  Hace poco llegaron dos misioneros mormones..., los señores Bentley y Allred..."

Las pioneras chilenas quedarían registradas en la historia de la Iglesia en nuestro país el día en que se realizó la primera ceremonia bautismal en Santiago, en el mes de noviembre de 1956, destacándose los nombres de las hermanas Graciela de Saldaño, su nieta Silvia Ortiz y la hermana Sally Lanzarotti.  Dos meses después se bautizaba la hermana Perla de García, en enero de 1957.

Al evocar los nombres de sus hermanas de aquellos días, la hermana García nos hace pensar en "estas mujeres fieles del principio que acompañaron a sus esposos en la tarea de iniciar la obra del Señor en Chile", recordando de paso a las hermanas Reinike, Saldaño, Gondar, Cristina Donoso, las hermanas Brito y Nana Briones.

Nuestras hermanas pioneras de Santiago, Concepción y Viña del Mar, lugares donde primeramente se estableció la Iglesia, fueron una gran fuerza para la misma en sus primeros días, siguiendo hoy día ese gran ejemplo nuestras madres, nuestras esposas, y nuestras hijas.

Que el Señor les bendiga, queridas hermanas pioneras de ayer y hoy.      

No hay comentarios:

Publicar un comentario